Me recuerdan que nuestro deber es ayudarlas a que sus próximos pasos sean aún más firmes y las guíen a lograr lo que se propongan y encuentren en su vida la verdadera felicidad; esa paz que solo nos da el reconocer y actuar deacuerdo a nuestra "Naturaleza Divina" como hijos de Dios, conservando lo sagrado de mantener un corazón limpio e inocente, tal como el de un niño.
Y Me hace pensar una vez más en el interminable tema de "guiar a los hijos"; me ayuda a recordar que la disciplina no lo es todo sino esta acompañada del amor de nuestras palabras y nuestros actos hacia ellas y entre nosotros dos como pareja; de nuestro propio ejemplo, del diario vivir.
De la importancia de no solo tener normas en casa sino de dejarles ver a nuestras hijas, como papá y mamá viven y se comportan frente a esas normas.
Y lo más importante, me ayuda a recordar que la mejor forma de criar hijos seguros, además de mostrarles esa" seguridad" que solo nace de la confianza que demostremos en nuestro Padre Celestial y su plan de felicidad; es dejarles ver y sentir esta misma "seguridad" que tenemos como esposos mediante la devocion del cuidado, respeto y amor mutuo que proyectemos como pareja.
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