Visita al odontólogo

Nuestra primera visita al odontólogo dejo ver los diferentes comportamientos que tiene Isabelle frente a situaciones que no son comunes para ella, lo cual me impresionó en algunos por lo madura que actua y en otros por su reacción de rechazo. En la sala de espera había muchos niños algunos de los cuales eran de la misma edad o mayores que ella, el tiempo de espera fue muy largo por lo cual yo esperaba que ella no se quedára quieta o sencillamente intentára irse junto a los otros niños que tenían un "terrible alboroto" en la mesa de juegos que estaba junto a las sillas de espera. Solamente tuve que decirle a ella que se quedára sentada y así lo hízo, se mantuvo muy observadora, al final me tomó de la mano me llevó hasta la mesa, tomó un juguete y se devolvió hacia su silla.
Durante la consulta los resultados no fueron los mismos, aunque los doctores fueron muy amables con ella todo el tiempo, inmediatamente la senté en la silla empezó a llorar, y todo empeoró cuando vió entrar al odontólogo, ella lo miró literalmente de arriba a abajo y empezó a gritar fuertemente, la senté en mis piernas para apoyar su cabeza en las del doctor y además de seguir gritando y llorando empezó a temblar, el chequeo fué muy rápido, por fortuna esta muy bien, porque le encanta cepillarse los dientes.
Inmediatamente después de que la levanté, dejo de llorar y aún me sigue sorprendiendo lo rápido que ella sonrie, fué instantáneo su cambio; como si nada hubiera pasado y a todos le seguía sonriendo siempre y cuando se mantuvieran alejados de ella. Estas situaciones por supuesto resultan muy tensionantes y dolorosas, no solo para ella sino para mí, por el simple hecho de verla sufrir....y temblar, y de ver lo frágil y fuerte, a la vez, que puede llegar a ser. Pero por otro lado son cosas que con poco placer, tenemos que hacer.
Creo que lo que sucedió fué que recordó claramente el día de las vacunas, en el que le pusieron cuatro a la vez; talvez la ropa del médico o el color fué lo que la hízo llenarse de miedo.
La situación se repitió durante la sesión de la fluorización, y para colmo esta vez la mujer que nos atendió, no solo tenía "el traje" aterrorizante para Isabelle, sino que era ella de Pakistan y tenía la cabeza envuelta en un velo (hasta hace un tiempo ella se asustaba cuando me veía salir del baño con la toalla en la cabeza); más la típica mascarilla!!!.... ya se podrán imaginar los resutados. Pero como siempre ella al final e instantaneamente...salió sonriendole a todos y con la manito diciendo BYE.